LA INSTITUCIÓN CUMPLE 40 AÑOS DE INTENSO TRABAJO
29-01-2014

Cooperativa Arroceros Villa Elisa, desde 1974 junto al productor

(Villa Elisa al Dia)

El arroz en esta región tiene antecedentes en el año 1932 con la fundación del Club de Fomento de la Granja en San José, que tuvo un papel muy importante en el campo durante la década siguiente. Luego, en 1933 distribuyó las primeras semillas de arroz secano que se agotaron en pocos días. Pero la nueva desilusión sufrida al caer el precio del trigo y del lino, empujó a muchos productores a seguir la experiencia del Club y las individuales de Andrés Roude en Villa Elisa que sembró en 1943, 110 hectáreas de arroz carolina y japonés, de Pedro Buenar, en tierras altas con riego obtenido mediante la perforación de pozos semisurgentes y la utilización de bombas para extraer el agua a nivel necesario y de algún elisense, que según afirma la tradición oral, robó unas semillas de Corrientes para sembrarlas en su tierra natal. Cooperaron desde 1944 también las condiciones climáticas apropiadas para la germinación y floración del arroz, pues las temperaturas fueron las adecuadas y las lluvias suficientes.

En pocos años Villa Elisa llegó a ser la capital del arroz. Concentró el ocopio y comercialización del grano que obtenía los mejores rindes en la zona de Hocker, donde sobresalían los cultivos de los hermanos Bouvet, Luis Lugren y Agustin Vernaz. Se realizó en algún momento hasta la elección de la Reina del Arroz.

La situación favorable cambió a fines de la década de 1960, pues los rindes comenzaron a considerarse bajos, la calidad decreció y la comercialización se complicó al punto de no dejar ganancias al productor. En las conversaciones que mantenían arroceros en el galpón de Henry Treboux en la década de 1970, se planteó una idea: mancomunar esfuerzos para elaborar y comercializar la producción.

El apoyo de la Cooperativa de Crédito, creada en 1965, fue fundamental para el afianzamiento de la Cooperativa de Arroceros. Asesoraron y proporcionaron un lugar para oficinas a la vez que apoyaron con sus créditos, según consta en la memoria de 1975.

En octubre de 1973 hubo una primera reunión en el salón de la Municipalidad, con la presencia de casi 30 visionarios. Ahí se formó la comisión provisoria, integrada por Araldo Blanc, Raúl Irungaray, Henry Treboux, Elsio Perroud, Omar Francou, Leonard Creppy, Elvio Alvarez y Gilberto Sauthier.

Una historia de crecimiento junto a la producción zonal

Esa comisión tuvo a su cargo la redacción de los estatutos que en adelante regirían la institución y por fin, el 29 de enero de 1974, se realizó la asamblea constitutiva con 82 productores, quienes aprobaron los estatutos y formaron el primer Concejo Administrativo. El mismo fue presidido por Henry Treboux, acompañado por Omar Francou en la vicepresidencia, Elsio Perroud como secretario, Leonard Creppy como prosecretario, Dimas Viollaz como tesorero, Jacobo Weiss como protesorero, mientras que como vocales titulares estaban Raúl Irungaray, Victor Orcellet y Eladio Chaulet, mientras que los vocales suplentes eran Elvio Alvarez, Abel Fagundez y Ledis Mout, en tanto que el sindico titular fue Araldo Blanc y síndico suplente Orlando Serra.

Al mes de creada, la entidad compró a Miguel Isla un terreno de aproximadamente dos hectáreas, ubicado sobre Ruta Nacional Nº 130, salida a Villaguay, donde se edificó la planta de industrialización. Mientras tanto, la ex Cooperativa de Créditos le cedió un local para que funcionen las oficinas en calle Emilio Francou.

Ya durante la campaña de 1973 y 1974 se comenzó a recibir arroz de los asociados, que envió a la Cooperativa Villaguay para industrializarlo. En septiembre de 1974 compraron un molino para la elaboración de arroz, mientras que durante ese mismo año y el siguiente cumplieron tramites de inscripción de la Cooperativa en los distintos entes provinciales y nacionales. El molino se inauguró en julio de 1976 y en noviembre empezaron a elaborar el cereal en esa planta, para venderlo a la Junta Nacional de Granos. Poco a poco fueron aumentando el tonelaje de recibo y los servicios a los asociados, entre ellos la provisión de productos, al tiempo que iniciaron ventas a mercados externos.

Por la década de 1980 exportaron a Irán, Irak, Portugal, Turquía, México, Bolivia, países de América Central, hasta centrar cada vez más sus operaciones con Brasil y Chile. Durante 1987 estrenaron las oficinas en boulevard Schroeder y calle Héctor de Elía, donde concentraron todo el movimiento administrativo, de reuniones y actividades de formación. Esos años fueron de gran florecimiento para el sector arrocero, aunque también hubo períodos de buen desarrollo a mediados de la década de 1990. Registraron topes de recibo que alcanzaron las 50.000 toneladas, generando una liquidez importante para el crecimiento de la ciudad. A la vez llevaron adelante un fuerte trabajo para captar el mercado interno, hasta llegar hoy a comercializar cuatro marcas de arroz: Sirirí, Cardenal, Mesopotámico y El Entrerriano, en más de mil bocas de expendio a nivel nacional, entre ellos los reconocidos supermercados Coto, Wall Mart y Carrefour. Paralelamente la Cooperativa se dedicó a acopiar otros cultivos como maíz y trigo, provenientes de sus socios, aunque en cantidades menores. Recién desde el año 2000, cuando el arroz perdió rentabilidad, comenzaron a hacerlo más intensivamente con la irrupción de la soja como gran sustituto. Esto los llevó a invertir en nuevas maquinarias, específicamente una secadora para soja y una planta de silos. El nuevo cultivo tuvo un desarrollo asombroso, llegando a un recibo de 25.000 toneladas en 2002.

En la actualidad la Cooperativa Arroceros Villa Elisa, cuando se encuentra cumpliendo 40 años de intenso trabajo y acompañamiento al productor, integra la Federación de Cooperativas Arroceras, el Banco Credicoop, la Federación Agraria, Coninagro, FEDEMAR, COMASUR, el Centro Económico y la Asociación para el Desarrollo de Villa Elia y Zona, entre otras. Además contribuye dando trabajo a decenas de elisenses y acompañando a varias instituciones locales.

Libro "Villa Elisa, sus momentos: historia y recopilaciones" de Carlos María Roude y Marcelo Orcellet.