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PAPELERAS
07-04-2007
ASAMBLEÍSTAS ENDURECEN LA LUCHA LUEGO DE LA REPRESIÓN EN BUENOS AIRES
La protesta social contra la instalación de la papelera finlandesa Botnia en el margen oriental del río Uruguay, en la localidad de Fray Bentos, tuvo en esta Semana Santa el pico más alto de violencia desde que se instaló como conflicto binacional, con la represión a asambleístas de Gualeguaychú que se manifestaron en la terminal de Buquebús en Buenos Aires, y con el corte, por al menos durante cinco horas, de la ruta nacional 14 en protesta por la detención de dos referentes importantes de la Asamblea Ciudadana Ambiental.
Así, lejos de disminuir la intensidad de la protesta, mientras las asambleas de Colón y Concordia deciden mañana –cuando se cumple el último día del corte que interrumpió simultáneamente el tránsito en los tres pasos terrestres al Uruguay– si continúan con el bloqueo, activistas de Gualeguaychú endurecen el tenor de la protesta ante el ininterrumpido avance de la obra en la planta Botnia. En ese sentido, el anuncio de que estará en funcionamiento en el tercer trimestre de este año exacerbó los ánimos y los asambleístas adelantaron que tomarán medidas más duras.
En tal sentido se inscribe una idea que se dio a conocer al calor de los acontecimientos: ambientalistas entrerrianos amenazaron con llevar sus marchas a Uruguay. No obstante, la medida quedó supeditada a si Botnia comienza a funcionar.
Alfredo De Ángeli, que fue uno de los dos detenidos por los disturbios en la terminal de Buquebus, dijo que desde la Asamblea evalúan la posibilidad de que miles de personas crucen el puente para acabar con la planta de celulosa “a martillazos”, comparando la acción con “la caída del muro de Berlín”.
Así, la lucha contra de la instalación de la pastera Botnia en Fray Bentos cobró un cariz que preocupa a las autoridades de Argentina y Uruguay (Ver recuadro). De Ángeli adelantó en una entrevista con Radio 10 que la lucha se hará más radicalizada, planteando un escenario inimaginable hace algunos meses atrás. Así, el asambleísta sostuvo que en la marcha del 29 de abril “el pueblo de Gualeguaychú va a pasar el puente. Pacíficamente, no vamos a ir con armas. Supongamos que seamos 10.000. En la marcha del 29 se calcula que va a haber 150.000 personas, pero supongamos que vayamos 10.000”, especuló, y agregó: “Cuando empiece a contaminar y –ojalá que no– a largar olor a huevo podrido ¿qué van a hacer? ¿Nos van a matar a los 10.000? Irán a morir 50, 60 o 100 y luego los gobiernos van a tener que tomar acción. Para que haya paz, primero tuvo que haber muerte”, sostuvo.
Consultado acerca de si la intención luego de cruzar el puente sería ingresar en Botnia, expresó: “¿Cómo cayó el muro de Berlín? Pacíficamente, con un martillo de medio kilo cada uno”.
Reedición de la marcha
Mientras Colón y Concordia deciden la continuidad del corte, Gualeguaychú se prepara parapara una nueva epopeya ciudadana sobre el puente General San Martín.
Daniel Pérez Molemberg, de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, precisó que mañana se realizarán asambleas en los tres puentes internacionales, el General San Martín, en Gualeguaychú; el General Artigas, en Colón; y Salto Grande, en Concordia. En ese sentido precisó que en el caso de Gualeguaychú será a las 16 y “se complementará con una misa”. Además dijo que “la movilización del domingo al puente será la previa al 29 de abril, cuando se realice la tradicional marcha en protesta por la instalación de Botnia en Fray Bentos”.
Pérez Molemberg reiteró la metodología pacífica de las acciones de la Asamblea y negó que pudiera hablarse de “atentados” contra Botnia, tal como dice el gobierno uruguayo, aunque sí asumió que “el conflicto crece día a día”.
En cuanto a la reunión que mantendrán representantes de los gobiernos uruguayo y argentino en Madrid, del 18 al 20 de abril, dijo que tienen “esperanza”, aunque luego aclaró que el optimismo desaparece cuando se “analiza en profundidad” la situación, sobre todo debido a la intransigencia del Estado uruguayo.
El asambleísta insistió en la relocalización de la pastera y se preguntó “qué es más fácil, si trasladar la planta de Botnia o al pueblo de Gualeguaychú”. Incluso, sostuvo que si Botnia comienza a funcionar como está previsto, durante el tercer trimestre del año en curso, “la presión social será insostenible y se darán cuenta que hicieron un mal negocio”.
Relaciones en crisis
El conflicto que la pastera finlandesa Botnia ha generado entre Argentina y Uruguay tiene repercusiones hacia el interior de cada país y hacia afuera.
El canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, respondió a la iniciativa del diputado colorado Washington Abdala, quien, ante las amenazas de atentado formuladas por un grupo de ambientalistas argentinos, propuso analizar como hipótesis de trabajo la ruptura de relaciones diplomáticas con Argentina.
Gargano calificó como “insensato” romper relaciones, y opinó que “no sólo sería poco conveniente, sino insensato, en el marco de las relaciones políticas y comerciales que datan de más de 170 años”. Además señaló que Uruguay debe “hacer todo lo posible para cultivar (las relaciones) y procurar que las mismas no empeoren”.
Por su parte, De Ángeli agregó que el gobierno argentino está “haciendo lo que puede” en La Haya, pero agregó que el uruguayo no hace nada. Además sostuvo que los ambientalistas no tienen ninguna expectativa con la reunión que a instancias del facilitador español se realizará entre el 18 y el 20 en Madrid.
Desde Concordia, el asambleísta Roberto Romero coincidió con su par con respecto a la cumbre de Madrid: “No va a pasar nada, es una cosa de sordos, porque el argentino va a pedir que saquen Botnia y el uruguayo dice que la van a poner y listo, no va a servir para nada”.
FUENTE UNO