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SUPERIORAS
19-08-2007
75 AÑOS DEL COLEGIO ESTRADA
Por los cortos perÃodos que tuvieron la responsabilidad, agrupamos en este segmento, los sucesivos mandatos de las Directoras que pasaron. 1959, Hna. MarÃa Esperanza, 1960 Hna. Luis de Gonzaga religiosa que luego dejarÃa los hábitos, 1962 nuevamente la Hna. Esperanza, 1964 lo hizo la ex alumna de la primera promoción Hna. SofÃa Elisa, y en 1965 tomó posesión la Hna. Ana del Divino Corazón.
Como educadoras lo hicieron: 1960 Sra. Nora Nira Ramat y Hna. MarÃa Claudia. 1961 Sras. Myriam Ethel Guibaudo, Ana MarÃa Joannás y Elba Mercedes LugrÃn. 1962 Sra. Beatriz MarÃa Bouvet. 1964 -luego directora en San José (1965-1966), Hna. Marta de Jesús, de gran predilección por los pobres y enfermos, Sra. MarÃa Amanda Deymonnaz, Sra. Fanny Ofelia Germanier y Sra. MarÃa Rafaela Bouvet. 1965 Hna. MarÃa Adelaida y Sra. Norma Cristina Orcellet.
Primeros años de la década del sesenta, la conquista del espacio, profundización de la “guerra frÃaâ€, Vietnam, Revolución cubana, el Che Guevara y lo que se conocerÃa luego como la “crisis de los misilesâ€. Pontificado del sin igual Papa Juan XXIII, que convocó en 1962, el segundo Concilio Vaticano, se interesó en sus encÃclicas por las cuestiones sociales (Master et Magistra) y la paz mundial (Pacem in terris). Manifestación estudiantil en Francia (mayo de 1968). Dictaduras y proscripción del peronismo de participar en elecciones libres. Nuestro pueblo, de aproximadamente 2500 hab. dejaba su fisonomÃa de Aldea, gestión del Sr. Florentino Chaulet con honestidad, ya tenÃamos escuela secundaria a partir de 1960, los campesinos iniciaban la migración a los centros urbanos de la zona. Movimientos sociales y ruptura de la sociedad tipo patriarcal. Los Hippies, el Rock And Roll, las minifaldas y biquinis en las playas, los pantalones pata de elefantes, los aventureros mochileros, está “prohibido prohibir†dirÃan los jóvenes de entonces, un perÃodo que marcó a fuego a toda una generación para bien o para mal, se viene el “fin del mundo†sostendrÃan los mayores. No fuimos ajenos, y un poco de todo esto la sociedad elisense recibirÃa. La salida al Cine Mitre los fines de semana o los populares bailes de pista en las colonias, los clásicos muy disputados entre el C.A.V.E. y San Jorge, las tradicionales carreras de caballo entre tanto. En este resumido contexto, nuestro Colegio brindará sus servicios por esos años inolvidables.
Ante la creciente falta de personal religioso, se propuso desde la Congregación al Arzobispo de Paraná retirar las hermanas de Villa Elisa, dejando la obra a otra Hermandad. Bajo ningún concepto se aceptó tal solicitud, la autoridad eclesiástica máxima de la provincia, se expidió por medio de nota, fechada el 23 mayo de 1961 en estos términos. “ Rvda. Madre: Es verdad que cuando hice la visita canónica el año pasado, las Religiosas de Villa San José, les recomendé que no se quedaran con el Ciclo Básico, sino que procuraran cuanto antes seguir con 4º año. Pero nunca hubiera permitido que, para eso, abandonaran ustedes el Colegio que tienen en Villa Elisa y con tan buenos resultados en la formación de la niñez y juventud de esa zona. Busquen pues, otra solución.(...)La saluda y bendice... Zenobio L. Guilland Arzobispo de Paranáâ€. El planteo continuó ahora, ante el Obispo de Concordia a Monseñor Ricardo Rosch a través de un escrito fechado el 23 de mayo de 1963, siempre se esbozaba el mismo problema, la falta de religiosas, en esta oportunidad se proponÃa retirar la mayorÃa de las Hermanas de Villa Elisa, y atender la Escuela desde San José, viajando una o dos religiosas hasta tanto se consiguiera una Congregación reemplazante. La propuesta fue desestimada nuevamente, prosiguiendo las hermanas con el personal que disponÃan.
Gran éxito tenÃa el grupo de teatro que recaudaba fondos para la escuela. La hermana Claudia fue la que incentivó este evento cultural, muy preparada, fue la primera profesora que enseñó inglés en Villa Elisa y tenÃa alumnos particulares, además tocaba el piano. En cuanto a lo primero, existÃa un grupo de ex alumnos -comisión- que siempre trabajó muy bien, Beba Claa de Deymonaz, presidenta muchos años, Irma Ramat, Mirma y Delúrdez Dalleves, Clotilde Joannás, Alicia Francou de Barchi como directoras del mismo, y entre otras actuaban: Beatriz y Falela Bouvet, Cristina Piñón, MarÃa Inés Joannás, Benito Dubelluit pero el grupo iba cambiando. En 1964 se hizo una demostración en un rinconcito de lo de Bilche, vinieron de Gualeguaychú a hacer un circuito cerrado, una cosa nunca antes vista en nuestro pueblo. La obra fue “Al pie de la Cruz de Mármolâ€, se colocaron televisores afuera de lo de Bilche, en la tienda “La Argentina,†en la ConfiterÃa de Maxit, en la terminal etc. La televisión en vivo tuvo una aceptación no esperada, también intervinieron en esa ocasión “Carancho†Requelme y “Lelo†Sotelo que recitó “La Comparsitaâ€. El grupo generalmente actuaba en el CÃrculo Católico de Obreros y en el Colegio, pero se salÃa a las zonas aledañas, 1ro.de Mayo, San José, Colón, La Clarita, La Suiza, Arroyo Barú, donde generalmente concurrÃa mucha gente. El objetivo era sostener a la institución económicamente lográndose tal propósito, esto es sólo una parte. ¡Tanta gente ha colaborado anónimamente!, nuestro reconocimiento a todos aquellos que no son mencionados en estas páginas.
Activa participación se tendrá en los agasajos de los 75 años de la ciudad que se llevaron a cabo en 1965. Religiosas y maestras colaboraron en todo el evento, inclusive formaron parte de la comisión de festejos. Entre tanto, realizaron una Carroza para los desfiles, la Hna. Ana del Divino Corazón, distante pero muy culta, en el concurso que se realizó para el “Monumento a la Madre Labriega†a inaugurar y que está frente al Templo, el de su autorÃa fue el elegido. El “Acróstico†dice: “ M.A.D.R.E. Mujer heroica / Alma toda bondad / Dignidad inmensa / Rostro del amor divino / Es nuestra fragilidad.â€.
Anécdotas: La Institución siempre recibÃa chicos de condiciones muy pobres, una ex alumna sostiene que hay cosas que no se olvidan más: “En la humildad, dos hermanitas llevaban un solo pañuelo y requerÃan permiso en la hora de clase para pedirle el mismo a la otra. A esa misma pequeña en una ocasión le preguntaron, ¿ Si encontraras una moneda en el patio, qué haces?. Yo le compro una “Chuleta†a mi mamá.â€. Lamentablemente esto sigue pasando en muchos lugares de la República.
Corresponde a una charla en 5to. 6to. grado con la Hna. Bernardita que vino de visita, hasta el dÃa de hoy lo agradece: “Nos empezó a enseñar la parte sexual (preadolescentes ya), todo un acontecimiento en esa época. A las mujeres solas, -les enseñó- lo relacionado con la religión partiendo de la Virgen MarÃa, el Nacimiento de Jesús y luego todo lo natural, lo que Ãbamos a vivir luego en la adolescencia. Eso fue muy bueno, nos preparó.â€. Sin dudas, la monja era una adelantada en un tema tabú, que no se hablaba, existÃa pudor en abordar esas cuestiones.
Mucho se respetaba a las docentes, se las valoraba, si ibas a tu casa con algún comentario, te decÃan: “ La maestra tiene razón, algo hicisteâ€, sin dar lugar a explicaciones. La organización del 8 de septiembre continuaba como de costumbre, la novena y la misa central de la mañana, ese dÃa a los chicos del Colegio los colocaban todos adelante. En estos tiempos, la Hna. de Lourdes preparaba con todos los detalles la 1ra. Comunión, que se pasaba a los seis años, al momento de la ceremonia los llevaba en fila dando las indicaciones con la “palmetaâ€. Ese dÃa lucÃan guardapolvo blanco tableado, el modelo era igual para todas, zapatos o zapatillas blancas, los varones brazalete, libro misal y rosario.
Cuando los niños no asistÃan al Colegio, se enseñaba catecismo en la Parroquia o en domicilios particulares, entre otros donde es ahora venta de ropa “Modas Catalinaâ€, en un garaje de don Marcelino Gerard, éste prestaba para comodidad, unos banquitos y los sábados se reunÃan para recibir los pequeños las enseñanzas del Evangelio.
Los fines de semana las religiosas, que siempre fueron personas respetadas en la Villa, y las pupilas a las que no iban a retirar, eran invitadas en oportunidades a almorzar en domicilios particulares. Resultaba que muchos pobladores obsequiaran todo tipo de ayuda -alimentos, ropa calzado etc.- para el ropero escolar y facilitar asà el bienestar de las necesitadas. Cuando las monjas lo creÃan necesario, solÃan ir con las alumnas al barrio “El Tiro†para brindar asistencia a las familias.
Anécdota: A modo de recreación se efectuaban excursiones, salidas, da cuenta una participante. “HabÃa un grupo de Boy Caut, éramos varios, todo un dÃa de campo a arreglarse con lo que tenÃamos. Ãbamos al ferrocarril, en la Estación de trenes nos reunÃamos. A juntar palos, encender el fuego, aprender a hacer nudos, llevábamos algunos materiales por ejemplo cuerdas. Cada uno tenÃa su distintivo, el mÃo era Cardenal, otro grupo era gorrión, todos nombres de pájaros. Se hacÃan juegos, competencias, bajo el control y responsabilidad de las hermanas.â€.
Los juegos durante los recreos eran los tradicionales: la mancha, elástico, rayuela, a la bolilla (las mujeres también), figuritas (de cartón redondas) de jugadores de fútbol o de animales que formaban colección para un álbum. Una ex alumna de esa etapa nos confiarÃa: “ Mi paso por la Escuela fue muy bueno, hice amigos espectaculares, -especialmente- me quedó un muy buen recuerdo de una maestra, nos juntaba, nos agrupabaâ€.
En los canteros grandes de la entrada y en lo que es hoy la Plaza Urquiza, se hacÃa jardinerÃa, aquellos que no gustaban de las manualidades realizaban esta actividad. Los varones con hilos confeccionaban adornos, pulÃan guampas de vacuno, trabajos en madera y con azulejos celestes o blancos colgando de un hilo de algodón forrados con una calcamonÃas, preparaban para regalar el dÃa de la madre; con el mismo fin las mujeres estaban obligadas a bordar repasadores, servilletas, delantales, manteles y otros.
Villa Elisa al DÃa