CONFLICTO CAMPO-GOBIERNO
28-05-2008

EL CAMPO REDOBLÓ LA APUESTA Y ANOCHE VOLVIÓ AL PARO

La medida de fuerza comenzó con la no comercialización de granos. No habrá corte total de rutas. Sí campamentos frente a intendencias y gobernaciones. No le respondieron al PJ.

Anoche, tras mantener un encuentro que se prolongó durante casi siete horas, los titulares de las cuatro entidades del agro dieron a conocer una declaración que incluyó el lanzamiento de un nuevo plan de lucha.

Los dirigentes se cuidaron de emitir alguna opinión sobre el reciente documento del Partido Justicialista, ya que consideraron que no corresponde responderle a un partido político.

El plan de lucha, que arrancó a la medianoche, comprende un paro en la comercialización de granos para la exportación. Además, desde esta noche, se sumará la restricción de la comercialización de ganado para faena. La medida se extenderá hasta el 2de junio.

Igualmente los ruralistas pidieron una mediación institucional que incluyó al Poder Legislativo y a la Corte Suprema y afirmaron que el Gobierno “llevó el conflicto a un nivel de politización impensado”.

El encargado de dar a conocer las nuevas medidas fue el titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías. “Una vez más, el Gobierno, tal como lo hace todo aquel que busca cualquier justificativo para sentarse a dialogar, vuelve a dilatar las soluciones. Esta vez, el pretexto es el tono de los discursos de la fiesta cívica de Rosario. Se olvida la cantidad de verdaderas ofensas que profirió”, señaló.

Igualmente se convocó a los productores a establecer campamentos frente a las sedes comunales del interior y a protagonizar marchas frente a las sedes gubernamentales donde los gobernadores no recibieron a los ruralistas. Hasta ahora sólo Juan Juan Schiaretti y Hermes Binner, de Córdoba y Santa Fe, los han recibido.

Expresamente los ruralistas señalaron que no se recomienda el corte de rutas de manera total, aunque habrá que ver hasta qué punto esta recomendación es acatada por los productores movilizados.

¿Mediadores?

Un dato llamativo de la declaración dada a conocer anoche fue el anuncio de una larga lista de ámbitos institucionales en los que buscará una mediación. Se solicitó intervención, por ejemplo, al cardenal Jorge Bergoglio. También a los presidentes de las Cámaras de Diputados y Senadores, Eduardo Fellner y Julio Cobos, al titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, y al ombudsman nacional, Eduardo Mondino.

Mientras se extendía la vigilia de la dirigencia por un gesto del Gobierno que finalmente no llegó, algunos productores rurales ya habían retomado las protestas en las rutas.

En Gualeguaychú, uno de los focos más duros de la protesta, el dirigente Alfredo De Ángeli se había mostrado mesurado durante toda la jornada, y hasta le había pedido disculpas a la presidenta Cristina Kirchner si sus palabras en el acto del domingo en Rosario habían caído mal.

Pero a la noche enfatizó que no le responderían al PJ: “Porque nosotros no somos un partido ni queremos serlo”.

Sí anticipó que recrudecerá la protesta.

“Señora Presidenta, si me zafé pido disculpas”

El presidente de la Federación Agraria Argentina, filial Entre Ríos, Alfredo De Ángeli se consideró “un ser humano más”, por lo que planteó que un discurso suyo no puede poner fin al diálogo con el Gobierno.

El polémico dirigente salió ayer a pedirle “disculpas” a la presidenta Cristina Fernández. Fue luego de que los periodistas lo consultaran respecto a la posibilidad de que el diálogo entre Gobierno y campo se haya frustrado tras el fuerte discurso que el dirigente brindó el domingo en el multitudinario acto de Rosario.

“Dicen que la señora Presidenta se enojó por alguna expresión mía y por eso cortó el diálogo. Yo, señora Presidenta, si me zafé, que me parece que no, le pido disculpas. Yo jamás le falté el respeto, traté de decirle la verdad. Yo no soy tan importante en el país para que se corten las negociaciones”, apuntó.

Hasta el hastío

¿Es que nadie le pondrá freno a esta disputa que hace tiempo dejó de ser sainete?

¿Nadie se atreve a decir que los 2.000 millones de dólares que el Estado pretende tomar del campo en forma de más impuestos no bastan para poner al país cabeza abajo?

¿No se dan cuenta que cualquier interés sectorial está por debajo del interés general?

¿O es que hay algo más que una puja por saber quién se queda con la plata de la soja?

Ese “algo más” suena temerario por las alternativas que desata: en principio, enfrentamiento, segmentación y segregación. También pueden inferirse déficit público y ambición desmedida. Pero nunca ese “algo más“ puede derivar en lucha por el modelo económico vigente ya que fue votado por la mayoría de los argentinos: Cristina Fernández ganó las elecciones mientras el Estado conducido por Néstor Kirchner percibía el 36% de las exportaciones de soja. Así de cruda es las verdad. La resistencia del agro es a que ese impuesto se vuelva leonino, desmedido, desmesurado. Nada más.

No poner las cosas en su justo lugar es el error de políticos y dirigentes rurales que ya empezó a pagar el conjunto de la sociedad.

Ya basta.

Un acuerdo es la imposición del momento. Quizá la sociedad no resista un paro más como el que hoy se pone en marcha. Es probable que la mayoría quiera volver a la pacífica rutina del trabajo.

No ayuda para llegar al ansiado objetivo desacreditar la figura de la Presidenta de la Nación como dicen que hizo De Ángeli (quién ayer pidió perdón). Y sus palabras fueron tan graves como tratar a los hombres de campo de antidemocráticos y golpistas (términos que anoche fueron ratificados).

Lo cierto es que ambas agresiones verbales llevan al mismo lugar: la nada. Que no haya acuerdo por el tenor de las palabras dichas para la tribuna se parece más a una vil excusa que a una razón de fuste.

Los políticos saben, y en especial los peronistas, que todo tiene arreglo si hay voluntad. O dicho en palabras más pulidas: la política es el arte de lo posible. Y acá lo único imposible (pero ridículamente está pasando) es mantener a una nación en vilo y paralizada por unos cuantos millones que ya son insuficientes para reparar el daño ocasionado al cabo de 77 días de conflicto.