ARGENTINO A
19-03-2012

GIMNASIA NO JUGÓ BIEN PERO RESCATÓ UN PUNTO ANTE CIPOLLETTI

(Villa Elisa al Dia)

La noche comenzó bien para Gimnasia que, en apenas dos minutos, había creado una clara situación de gol que Conrado Besel no pudo aprovechar. El equipo de Bravi dominaba a Cipolletti y si bien no creaba demasiadas situaciones de riesgo frente al arco visitante, mantenía lejos del suyo al Cipo.
Pero bastó que apareciera en escena ese enorme jugador que es Julio Ibáñez para que la cosa cambiase y aparecieran las enormes dudas del fondo de Gimnasia, en especial a partir de un flojo partido de Zabaleta.
El 10 avisó a los 22’ poniendo una exquisita asistencia para Nahuel González que remató muy mal. Pero a partir de ese momento Gimnasia entró en un desconcierto general. Se equivocó Aquino en una salida, la pelota fue para Oscar Negri quien mandó un centro que se desvió en Zabaleta, descolocó a Kloster y se convirtió en el uno a cero. Enseguida el árbitro le anuló el segundo a Cipolletti; Gimnasia era un tembladeral del que le costó salir.

Lo hizo a partir de los mejores momentos de Padilla en el partido. A partir de dos o tres cositas del 10, Gimnasia estuvo cerca del empate pero le faltó puntería en el final.

Complemento
En el segundo tiempo la historia fue distinta; ya Cipolletti se defendía con criterio a partir de manejar bien la pelota por la jerarquía de algunos de sus jugadores. Entonces Gimnasia entró en la desesperación y la entrada de Juan Ferreyra le dio mayor llegada por sus corridas por derecha aunque, a la hora de definir la jugada, era todo muy enredado.
Pero, de tanto ir, Gimnasia encontró el empate. Fue en un centro de Padilla que cabeceó Lovera. El rebote en el arquero visitante le volvió a quedar al delantero del Lobo que la metió con furia.
De ahí en más nada cambió, Gimnasia siguió con mucho fervor y pocas ideas y al Cipo el empate fue quedándole bien y se aferró a él.


LA CLAVE
Gimnasia se desconcentró 5 minutos en el primer tiempo y esto lo aprovechó la visita para ponerse en ventaja. Después, cuando fue a buscar el empate, careció de ideas. Encima tuvo a Matías Padilla muy impreciso por lo que lo suyo se basó en enorme fervor, mucho empuje pero poco fútbol para superar a un rival que trató de defenderse con la pelota.