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HERMANA MARÃA DEL SALVADOR
18-08-2007
75 AÑOS DEL COLEGIO ESTRADA
Toma posesión el 01 de abril de 1952, el mismo cargo ejerció en el Colegio de San José (1947-1951). En el nuestro y en forma simultánea, da clases en el turno tarde en 5to. y 6to. grado, tengamos en cuenta que las superioras estaban al frente de cursos. Se une en la misma fecha, la Hna. MarÃa Guadalupe adjudicando en 1ro. Inferior, recta, su obsesión era la buena postura en los pupitres. Ingresarán además en este perÃodo las docentes que detallamos a continuación: Con tÃtulo de maestra normal nacional y ex alumna del Colegio, la primera docente laica con 21 años de edad, MarÃa Esther Irungaray a partir del 20 de julio de 1953 en 1ro. superior; el 01 de mayo de 1954 entran la Hna. MarÃa Esperanza en 4to. y la Sra. Beatriz Marina RodrÃguez en 2do. grado; La Sra. Shirley Gloria Deymonnaz el 1ro. de junio de 1955 en 3er. grado, y en la misma fecha lo hace la Sra. MarÃa Dolores Tournour en 1ro. Superior. Marzo 01 de 1957, la Sra. Sara Estela Vauthay en 1ro. Inferior. En 1958 entre los meses marzo a julio, en 4to. grado la Sra. Reneé Kuttel, y desde julio hasta finalizar el ciclo lectivo como suplente, la Sra. Angela Felisa Guzardo, aclaramos que adjudicaron en reemplazo de la Sra. Shirley Deymonnaz que habÃa solicitado licencia por razones particulares. El dÃa 02 de marzo de 1959 toman posesión de los respectivos grados, la Hna. Luis de Gonzaga en 6to. grado, esta monja dejarÃa posteriormente los hábitos, en 4to. la Hna. MarÃa Nélida y en 3ro. la Sra. Elena MarÃa Guiffrey.
Como se puede observar, a partir de este perÃodo aparecen al frente de los grados docentes laicas. Deducimos que, probablemente, esto haya empezado a ocurrir por falta de disponibilidad de consagradas por parte de la Congregación para cubrir las vacantes. Lo concreto, en adelante los alumnos recibieron de manera alternada enseñanza de una y de otras, pero a fines de la década del sesenta la educación fue solamente de maestras laicas dirigidas por una superiora. Lentamente, las hermanas fueron dejando los cursos, para concentrarse básicamente en la catequesis y manualidades. Nuestro Colegio en sus 20 primeros años de vida, brindó educación exclusivamente con religiosas, en adelante ya no serÃa igual. En cuanto al dictado de clases los turnos eran matutino (8,30 a 12,30) o vespertinos (13,15 a 17,15), según la responsable, se podÃa optar, no era rÃgido. Se comenzó a pedir al educador trabajos e informes escritos a máquina, y la manera de evaluar era suficiente (aprobado) insuficiente (desaprobado). Es de resaltar que no se recibÃa dinero del Estado para abonar los sueldos, con la incorporación de laicas a futuro se organizarán beneficios para poder pagarles los haberes, las remuneraciones estaban lejos de lo que cobraba una maestra de Escuela estatal, se equipararán cuando se crea la Dirección de Enseñanza Privada en 1967, haciéndose cargo la provincia del pago. La medida trajo estabilidad laboral al personal.
A principio de los cincuenta, era costumbre obligada de los alumnos antes de entrar a clase, pasar por lo de MarÃa Ester Deymonaz a comprar galletitas de chocolate rayaditas. Este popular comercio, próximo a donde hoy está el Dr. Edgardo RÃos, vendÃa artÃculos de librerÃa, jugueterÃa y habÃa un surtidor para la venta de combustible. En esa misma cuadra se distinguÃa el correo cerca de lo del Escribano Moren, por el cual las Hermanas remitÃan la correspondencia. Era muy común por esos años, que muchos chicos de otras escuelas asistieran a la Institución a estudiar el catecismo, luego de la primera comunión volvÃan a su establecimiento de origen.
Todo pueblo tiene sus personajes que lo distinguen, esta Señora tuvo un protagonismo decisivo durante décadas, tanto en la Parroquia como en el Colegio en determinados momentos, nos estamos refiriendo a Zoila Rosa Tabares. Llegó a nuestra Villa a instancias del Padre Jorge, se llevaba mal con su familia que residÃa en Buenos Aires, calle Gallo próxima al Hospital de Niños. Estuvo mucho tiempo en cama con un problema en una pierna, por este motivo Irma Deymonaz con otras la ayudaron, por lo que Zoila con esta dama fue muy agradecida; cuando falleció siempre la recordaba y pagaba sus misas en su memoria. Luego del deceso del P. Jorge, después de unos años se fue a Concordia, a la Parroquia de Pompeya donde estaba cumpliendo con su ministerio el Pbro. Juan Schroeder, y fue su cocinera. Reapareció luego en la Localidad e instaló un Kiosco -década del sesenta- en medio de la plazoleta de Avda. Urquiza, - detrás del Monumento al Sembrador-, vendÃa de todo y era pÃcara para los negocios, luego por el desorden de su local, las autoridades decidieron sacarla de ese lugar público, pronto se trasladó donde está el Comedor de “Palito†Garnier. Muy colaboradora con la Parroquia siempre cuando se la requerÃa, muy generosa con los chicos que estaban en el seminario, les compraba de todo. En los tiempos que se formó el grupo de teatro, la Hna. Claudia resalta especialmente la ayuda desinteresada de Zoila con ella y del mismo modo con la vida de las religiosas, formó inclusive parte en la primera obra. Lo destacamos porque a esta dama siempre la identificamos con la Parroquia, no asà tanto con el Colegio. Su generosidad hacÃa que esté cerca de los adolescentes, conformó un equipo de fútbol “pocas pilchas†que participaba en torneos que organizaba el Club Atlético Villa Elisa. ¡Pobre Zoila!, en su momento deseó recomponer su relación con su familia pero no logró su cometido, en edad avanzada adoptó una nena y en épocas muy duras salÃa con su carrito a pelearle a la vida, poniéndose un sobrero de alas anchas para protegerse del sol, andaba por las calles o se dirigÃa a todo evento importante a vender de lo que tenÃa a mano. Por ninguna circunstancia se alejó de las Instituciones a las que tanto aportó, entre otros, tocaba el Armonio en la Iglesia, bordaba y realizaba manualidades. Quedan cosas por decir, pero debemos continuar, fue nuestra humilde evocación en su memoria.
Anécdotas: Estos “guachos†siempre tienen de las suyas. “ El comedor de las pupilas daba al patio de los varones, jugaban a la pelota en éste y tiraban pelotazos para abajo para que vuelen los tazones enlozados al diablo. Afirma este bandido, ¡Sà habrá parado pelotas el cura Pedro Costa.â€. Una cosa que molestaba muchÃsimo a las hermanitas era la famosa “lucha romanaâ€, juego brusco entre varones: “Los castigos que nos ligábamos por estas macanas no eran menores, nos tenÃan zumbando cuando jugábamos, el puntero estaba a la orden del dÃa, o la penitencia era mandarnos al pequeño espacio oscuro debajo de las escaleras donde se guardaban los elementos de limpiezaâ€. Otra ocasión graciosa: “ Para las fiestas de fin de año a los varones nos hacÃan llevar tambores de 200 litros para armar el escenario de “Lalo†Roude, los trasladábamos rodando hasta el Colegio por el ripio, el ruido que metÃan, ¡Era la diversión!â€. El mismo testimonio describe los lÃos que armaban cuando cargaban en los transportes colchones y camas para llevar al Colegio de San José, para los famosos retiros espirituales. También gustaba mucho cuando se organizaban excursiones al Palacio San José, o ir caminando de visita obligada hasta la “Laguna Baronâ€, estos niños hacÃan de las suyas.
Para obtener fondos para solventar los gastos, era tradicional realizar los domingos a la tarde las recordadas Kermesses en el patio de las mujeres, en éstas tenÃa mucha participación la comisión de ex alumnos, padres, maestros, hermanas, durante el evento se hacÃan ferias de platos, “las cédulas†consistÃan en un juego con muchos papelitos arrollados que tenÃan un valor, colocados en un tablero de madera en forma de trébol o de flor, sacabas a elección y decÃas lo que te habÃas ganado; a la ruleta, loterÃa, rifas, juegos de pesca, entre otros. La materia prima para la elaboración de los productos caseros -pasteles, empanadas, tortas etc.- era toda donada, las hermanas salÃan dÃas antes por las calles del pueblo y efectuaban las colectas en las cuales recibÃan de todo. A veces, actuaban coros de chicos y teatro, el objetivo era la venta de lo expuesto, se acostumbraba a poner música de fondo.
Anécdota: Con esta querÃamos hacer un apartado especial, corresponde la misma a una ex alumna y luego maestra ejemplar por décadas. Confiesa: “¡ Algo horrible!, con la Hna. Esperanza 4to. 5to., exigente sumamente, prueba de matemática, yo era buena alumna pero hice todo mal. En aquella época nos Ãbamos a otras tareas. Me fui a mi domicilio sin entregar la prueba, y la hago en casa. A la tarde tenÃa que volver a las 14 hs. y yo puse mi hoja en la pila. Al otro dÃa la hermana, que ya las habÃa revisado antes de que yo ponga la mÃa, me preguntó qué habÃa pasado, que temprano no la habÃa encontrado y luego sÃ. Me provocó remordimiento ¡era un pecado!, -no aguantó más- al año me confesé.â€.
A mediados de los años cincuenta, nuestro paÃs sufrÃa una terrible división polÃtica, en septiembre de 1955, lo que se conocerÃa luego como la “Revolución Libertadoraâ€, logró derrocar al gobierno constitucional de Juan D. Perón. Al año siguiente, se produjo la contra revolución que fracasarÃa al mando del Gral. Juan José Valle. Se corrió la noticia de que el Colegio estaba amenazado, por precaución las religiosas decidieron sacar por un tiempo a las internas del mismo y alojarlas en los domicilios de Germanier y en lo de Beba Claa de Deymonaz, en ese lugar tenÃan un campito hermoso con árboles que aprovecharon para entretenerse. No pasó nada, sólo fue un susto.
Una medida que golpeó mucho, fue la decisión de las autoridades de facto de entonces, de que nuestro Colegio pasara a depender de la Escuela pública más próxima quitándole todo tipo de autonomÃa. Por nota fechada en noviembre 29 de 1956 en Colón, el subinspector Escolar de zona Carlos Orbiscay le trascribe a la Directora Hna. MarÃa Julia Germaniez la parte dispositiva de la Resolución Nº 8060 (Expte. E. Par. 111-13-Nº 26. 298.) del Poder Ejecutivo de fecha 16 de noviembre de 1956. La norma dicta en su parte dispositiva:
“El interventor Nacional en ejercicio del Gobierno de la provincia, decreta:
Art. 1º- Incorpórese la Escuela Particular Nº 111 “José M. Estrada†de Colón a la Escuela Fiscal Nº 20 “Bernardo Monteagudo†del citado departamento a los efectos establecidos en el artÃculo 39 de la ley Nº 3290.
Art. 2º- ComunÃquese, ...â€. Firman el documento Carlos de La Casa sub director del despacho Ministerio de Educación, Calderon Isidoro y A. Neyra.
Esta impulsiva medida, tuvo vigencia por espacio de más de diez años, lo difÃcil fue cuando se debÃa evaluar a los alumnos, se conformaba una comisión de ambas Instituciones, pero la aprobación quedaba en manos de la docente de la Escuela Nº 20 que muchas veces se veÃa en aprietos, o le causaba algún tipo de roce con la colega del curso, para la cual tampoco era agradable.
De una manera u otra se continuó trabajando, y es asà que el Colegio arribó a sus bodas de plata. Para los actos, vino de visita la recordada primera Madre superiora MarÃa Gabriela, que compartió momentos con las hijas de las ex alumnas tomándose fotografÃas con ellas. Fiel indicador de los resultados de estos 25 años de vida, son los números que reflejan la estadÃstica que damos a conocer, se informa que los datos son tomados al finalizar el ciclo lectivo, a noviembre de cada año.
Villa Elisa al DÃa