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CASEROS
22-03-2008
UN HOMBRE PERDIÓ LA VIDA APLASTADO POR UN AUTO QUE SE DESBARRANCÓ
Un hombre perdió la vida ayer al ser aplastado por un auto que se desbarrancó en la banquina de la ruta provincial 39 en cercanÃas del Palacio San José, al oeste de Caseros, localidad ubicada a unos 20 kilómetros de Concepción del Uruguay. AsÃ, en lo que va de Semana Santa los accidentes de tránsito arrojaron hasta ayer el luctuoso saldo de 24 vÃctimas fatales, entre las que se cuenta un bebé, en distintas rutas del paÃs.
Fatalidad
Fuentes de La Histórica señalaron que se trató de Juan Valerio de 41 años, domiciliado en Caseros, quien viajaba en un Torino –patente RRE 463– de color blanco, que era conducido por Paulino Mazzoli (56), siendo también acompañados por Alcides Devolver (61), ambos de la misma localidad. Al parecer –unos 200 metros al oeste del acceso al Palacio– el automóvil se quedó sin nafta, por lo que Mazzoli lo detuvo sobre la banquina del lado sur, para luego retirarse rumbo a Caseros en la búsqueda de un auxilio o combustible.
En el lugar quedaron Valerio y Devolver a la espera de Mazzoli, pero al parecer algo salió mal y el primero de los nombrados fue aplastado por el auto que se deslizó por una pendiente. Al regresar al lugar, el conductor se encontró con la tragedia y ya nada se pudo hacer por la vÃctima. Se desconocen los motivos fehacientes del incidente, hecho que era investigado por la PolicÃa.
Se presume que el hombre fue aplastado cuando se disponÃa a hacer sus necesidades, sin percatarse de que el auto estaba en una pronunciada pendiente. La otra hipótesis era que Valerio pudo haber intentado frenar el auto cuando se comenzó a desbarrancar y que éste lo pasó por encima.
Inmediatamente de conocido el hecho, se constituyó en el lugar el personal policial de la ComisarÃa Caseros, donde encontraron a la vÃctima aprisionada y sin vida debajo del Torino. Por las caracterÃsticas del hecho se dio aviso a la Justicia y se solicitó la intervención a peritos de AccidentologÃa, quedando la causa en manos de la juez MarÃa Cristina Calveyra.
fuente Uno