ESPECIAL FÚTBOL
17-05-2008

SI TITO.... CRÉELO.... TOCASTE EL CIELO CON LAS MANOS

(Villa Elisa al Dia)

ESCUCHÁ EL GOL QUE EMOCIONÓ A TODOS LOS ELISENSES

El primer partido en Primera es uno de los momentos más esperados por un jugador. El primer gol, también. Pero son muy pocos los que logran ambos objetivos al mismo tiempo, pero Ricardo “tito” Noir logró entrar en ese grupo de privilegiados. Es que hoy, con sólo 21 años, debutó ante Racing y marcó el definitivo 2 a 1, que le permitió al xeneize seguir prendido en la lucha. Todo un sueño hecho realidad.

Cuando corrían los primeros minutos del segundo tiempo y Boca caía por 1 a 0, Carlos Ischia decidió darle una oportunidad a Noir y él no la desaprovechó. Después del empate que concretó Paletta, el pibe marcó el gol de la victoria a los 50 del segundo tiempo, entonces ese chico de barrio que siempre soñó con la redonda tocó el cielo con las manos y fue levantado en andas por sus compañeros, mientras toda la bombonera se rindió a sus pies.

Sólo él sabrá todo lo que pasó por su cabeza en ese instante, porque únicamente “tito” sabe como debió lucharla para llegar a donde hoy esta, pero todo el sacrifico no fue en vano, hoy tuviste tú premio y les demostraste a quienes no confiaban en tus condiciones que tenés lo que hay que tener bien puesto tanto para jugar al fútbol como para encarar la vida.
Ahora lo fantaseado tantas veces ya forma parte de la historia, porque el fútbol es así, pero disfruta, goza este instante; es tuyo y nadie te lo puede quitar, todo Villa Elisa vibró con tu gol, los de Boca, los de River, los de Atlético y también los de San Jorge, hoy no solo conseguiste darle tres puntos fundamentales a Boca, lograste congregar frente al televisor a gente que nunca te vio jugar, hoy todo tu pueblo te siguió y estuvo alentándote haciendo fuerza para que las cosas te salgan bien,

Aquel potrero

Te acordás de la canchita, aquella donde jugabas, no había ni pasto... Alguna que otra mata de gramilla rebelde adornaba el campito, que no era mas que un trozo de baldío que matizaba la indigencia en las orillas, con su piso desparejo de tierra ya pelada y un solitario manchón de trébol como último bastión del pasto verde en el paisaje. Allí “tito” soñabas, allí reías, allí esperabas. Un buen día, como buen pibe de barrio decidiste ir a el club de tus amores (San Jorge), allí donde un técnico te dijo que no tenías el físico suficiente para jugar, pero no claudicaste, te dolió en el alma y te pasaste al rival de toda la vida. Y de ahí en más no paraste jamás, hoy Ricardo quienes te conocemos desde esa época sabemos que seguís siendo tan humilde como siempre, por eso la vida, que siempre premia a las buenas personas te deparará un camino sin fronteras, aquel que soñabas de chiquito....

Por Oscar Benítez

Villa Elisa al Día