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CONCORDIA
29-06-2011
HALLARON EN ESTADO DE ABANDONO A UN EX COMBATIENTE QUE FIGURABA COMO DESAPARECIDO (FUENTE: DIARIO UNO)
Encontraron a un ex combatiente de Malvinas que figuraba como desaparecido y vivÃa solo en una quinta abandonada en la zona rural de La Criolla, en Concordia. En una visita a una escuela de esa localidad, integrantes del Centro de Ex Combatientes de Malvinas de Concordia escucharon que en un monte cercano vivÃa un hombre que también decÃa haber combatido en las islas del sur, pero para los vecinos se trataba de una persona desequilibrada que vive sola y en la más absoluta pobreza.
Guillermo Pérez, titular del Centro de Ex Combatientes de Malvinas de Concordia, precisó a Diario RÃo Uruguay que en una reciente visita realizada a una escuela de La Criolla tomaron notificación sobre un hombre que afirmaba haber combatido en las islas Malvinas, durante el conflicto de 1982.
Todo surgió gracias a que los responsables de la escuela pretendÃan imponer el nombre de un ex combatiente a un aula del establecimiento secundario, por lo que “nosotros inmediatamente preguntamos si alguien conocÃa algún veteranoâ€, a lo que un muchacho respondió en tono de broma: “Al único que conozco es Fherenbacher, pero es veterano de guerra únicamente cuando está loco†dijo sonriendo, coincidiendo con la incredulidad general sobre un hombre que vive solo en medio de una quinta abandonada y a una distancia considerable del pueblo.
A partir de allà comenzó una tarea de atar cabos, recordando Pérez que “hace muchos años a mà me llamaron desde la Sala 8 (Salud Mental) del hospital Felipe Heras, para avisarme que un supuesto veterano de guerra estaba internadoâ€, pero a la hora de chequear apellidos la identificación no coincidÃa con los bancos de datos.
De allà surgió que Fherenbacher estaba siendo buscado por el resto de quienes tripularon el buque destructor de la Armada Comodoro Py, pero lo tenÃan registrado con un domicilio en la provincia de Corrientes, sin sospechar que podÃa haber vuelto a su lugar de nacimiento en la zona rural de Concordia.
De esa manera era uno de los pocos soldados del conflicto armado del cual no se tenÃa con precisión su paradero o si habÃa fallecido en todos estos años. “No son muchos los que están desaparecidos, porque no sabemos si se suicidaron o porque no han querido tener ningún tipo de contacto o recuerdo de la guerraâ€.
Pérez explica que uno de los motivos por los cuales el ex suboficial nunca habÃa sido hallado en los registros fue “porque en la Armada habÃa anotado su apellido como Fehrenbacher en vez de Fherenbacherâ€, de esa manera los registros digitalizados nunca coincidÃan, a lo que se agregaba que el DNI con el que se contaba tenÃa diferencia en los últimos números del verdadero. Recién cuando concurrieron a la comisarÃa de La Criolla surge que ese hombre “se llama Fherembacher Francisco, Cabo 1º de la Armada, Maquinistaâ€.
El primer contacto
Pérez narró a Diario RÃo Uruguay que hoy Fherembacher tiene 57 años de edad y vive solo en un precario refugio que está en el medio de una quinta cÃtrica abandonada que serÃa propiedad de su familia.
Los veteranos se acercaron con premura y acompañados por un ex combatiente con quien convivió durante el conflicto con este hombre, “porque sabÃamos que por ahà se pone violento, no con las personas, pero si es de romper cosasâ€, pero una vez en el lugar lo saludaron “y nos presentamos como veteranos de guerraâ€, señaló Pérez. A lo que Fherembacher “con voz ronca, media apagada y de manera tosca nos dice: 'yo también soy veterano de guerra', y le decimos ya lo sabemos Fherenbacher, por eso nosotros venimos a contactarteâ€.
Según Pérez, el ex combatiente encontrado demostró “un momento de alegrÃa cuando reconoció a Piedrabuena que fue compañero de él y habÃan comido cordero juntosâ€, pero inmediatamente volvió a ensimismarse en un comportamiento errático y abstraÃdo.
Una de las cosas que más impactó a Pérez fue encontrar a Fherembacher “en la situación en que vive. Sin luz, sin nada, inclusive sin agua porque tiene que hacer unos kilómetros para buscar un balde de aguaâ€, a lo que se suma que “come porque un hermano le lleva la comida, porque después vive solo ahà en el monteâ€.
Según pudo apreciar, “su estado general es que está muy mal, porque vive en la miseriaâ€, a lo que se suma “la salud mental más que deficiente y encima en los últimos dÃas los mordió un perro en la mano izquierda y estaba con la herida infectadaâ€, con un cuadro que se agrava “porque está falto de higiene y sin ropaâ€.
Los fantasmas de la guerra
En los escasos momentos de lucidez en los que pudo charlar con los integrantes del Centro de Ex Combatientes de Malvinas de Concordia, Fherembacher pudo transmitir que durante y luego de la guerra le costó mucho sobreponerse a las secuelas del conflicto armado.
“Él lamentaba mucho la muerte de sus compañeros, cuya mayorÃa murieron en el (hundimiento del) crucero General Belgrano, incluso pensaba que (durante la guerra) a ellos en cualquier momento también los iban a matar. Al menos eso es lo que nosotros logramos entender en la pequeña conversación que tuvimosâ€, subrayó Guillermo Pérez.
Asimismo, el dirigente de veteranos contó la experiencia vivida recientemente por otros veteranos que fueron tripulantes del mismo barco que Fherembacher, “gente que hicieron un viaje de Buenos Aires a Concordia solamente para verlo, para traerle mercaderÃa, ropaâ€. Lo cual “a él lo puso muy contento, si bien se comporta como un chiquilÃn porque guarda todo enseguida. Pero al menos pudimos vestirlo, calzarlo y ponerle borceguÃes nuevos. Porque andaba de alpargatas y sin medias, con este frio y esta humedadâ€.
Consultado sobre las particularidades de esta historia, Pérez subrayó que en la zona de La Criolla evidentemente “nadie creÃa que él era ex combatiente de Malvinas y eso puede ser porque quizás nunca contóâ€, admitiendo que “en mi caso particular yo tampoco comentaba nadaâ€, con un silencio que rompió “recién después de 15 años, porque estábamos totalmente aislados y no querÃamos que nos hablen de Malvinasâ€.
Por último, Pérez señaló que la urgencia pasa ahora por obtener para Francisco Fherenbacher la obra social que ya gozan otros ex combatientes, un lugar digno para vivir y -fundamentalmente- una rápida contención psiquiátrica y psicológica.