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DESDE RÍO DE JANEIRO - ADOLFO BARBIERI
10-12-2011
RECUERDOS DE VILLA ELISA
Estimado Paúl y Amigos de villaelisaaldia: Leyendo el sitio, me enteré de la noticia del cierre de la Estación de Servicio La Primera.
En el archivo anexo les mando un comentario sobre los recuerdos que, ese hecho, me trajo del comercio fundacional o pionero de nuestro querido pueblo.
Si creen interesante compartirla con los lectores del sitio, pueden publicarla.
Saludos y Felices Fiestas.
Adolfo
Gracias Adolfo por no olvidar tus raíces y querer compartir tus recuerdos, cargados de nostalgia.
Recuerdos de Villa Elisa
En estos días leí la noticia. Era otra muerte. Aunque no tenía una relación directa con ella me causó cierta tristeza. Era normal, se trataba de algo de mi pueblo y quizás por eso me pertenecía un poquito, aunque sea en el recuerdo.
No era una persona. Era “La Primera”, la vieja estación de servicio de Lalo Roude, o de Abelardo J Roude como pomposamente estaba escrito en los almanaques que colgaban en alguna pared de mi casa con la propaganda de los neumáticos Goodyear que la casa representaba.
¡Cuántas veces fui a esa estación de servicio con mi padre en el viejo Ford 38 a cargar nafta! Después, claro, me acababa aburriendo porque mi padre se quedaba horas conversando con Lalo, el querido Felipe Rougier, un verdadero patrimonio de La Primera, y algún otro cliente que se prendía en la rueda. Eran épocas en que el comercio y las amistades se mezclaban con mucha facilidad. Épocas en que el tiempo, como el viejo Ford de mi padre, parecía andar más despacito para permitir construir relaciones más fuertes.
Puede ser que para algunos lectores de este sitio la noticia haya pasado desapercibida. A mi me resultó interesante. La historia de las comunidades las hacen las personas, pero esas historias están sustentadas en hechos y símbolos que son parte de las mismas. Parte de esos símbolos es su comercio y las relaciones que ellos establecieron con la sociedad a la que pertenecieron.
No es casual que quien redactó la noticia comienza diciendo: “Un icono de la ciudad cierra sus puertas, tras 64 años de existencia. Como antes fueron Casa Meyer, Casa Portenier o Casa Scarazzini, entre tantas más…”.
¡Vaya si esas Casas fueron iconos! Cuántas generaciones de elisenses fuimos a comprar allí, donde no solo encontrábamos productos, sino también amigos.
Con 63 años todavía me acuerdo cuando, con 12 o 13 años, iba a pagar la mensualidad de la primera heladera que mi madre había comprado en Casa Scarazzini. Una Siam, nuevita, flamante, que reemplazó la vieja heladerita de madera que cargábamos con $3,00 de hielo que iba a comprar todas las mañanas de verano en el bar de Ortega. Era una época que en Villa Elisa había solo dos negocios con vidrieras que quedaban abiertas e iluminadas hasta altas horas: la tienda La Argentina y la casa Scarazzini.
Estos recuerdos no son para causar nostalgia y sí para no perder el hilo de nuestra pequeña historia. Vivimos en una época de cambios y convulsiones de los cuales nuestra Villa es el más vivo ejemplo de asombrosa transformación. Debemos cuidar que estas transformaciones no nos hagan perder de vista de dónde venimos. Estos iconos como denomina la noticia hacen parte del camino que recorrimos para llegar hasta aquí y es importante saber cómo fueron para ver si estamos avanzando.
Ojalá que alguien esté registrando estos datos de nuestro pasado. Parecen cosas simples pero son de mucha importancia. Y para ayudar a refrescar la memoria “entre tantos más…” iconos como menciona el artículo, espero que tengamos registros, datos y fotos del almacén de Irastorza, de la Cooperativa La Vencedora, de la Confitería de don Félix Moren, del almacén de Balay, del Banco Agrícola Mixto y de tantos otros lugares que fueron símbolos del comercio de nuestro pueblo en otras épocas.
Río de Janeiro, 05 de Diciembre de 2011
Adolfo Santos Barbieri
adolfosanto@gmail.com