VILLA ELISA
16-11-2022

DESDE ESPAÑA SE REACCIONA AL ERROR EN PLAZA SAN MARTIN. Un lector de esta página y la placa al Libertador.

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(Villa Elisa al Dia) La placa del error.

2022-11-16-9:29
La Plaza San Martin-hasta que no se aclare- está en el centro de una polémica por el presunto desprecio a los mensajes ignorados de 1950, cuando el centenario de la muerte del Libertador.

El hecho de ahora, fue despertado por este tema, donde precisamente, menciona otro casi inadvertido y a la vista, para todos.
Desde España, un lugar cercano a Madrid, estación donde parten trenes de todo tipo y velocidad, el autor de la maqueta de la iglesia hecha en palitos de fósforos, Carlos Rodriguez, pide que se corrija un error de 72 años de vigencia.

“Serás lo que debas ser, sino, no serás nada” rezaba la tan conocida máxima de San Martin. Pero, una placa colocada en el año 1950, en el monolito de la plaza de su nombre, equivocó la frase con un error gramatical y de texto, arruinando los verbos.

En el audio adjunto a esta nota, Carlos Rodriguez, nacido en Colonia Vázquez y residente posterior en Villa Elisa, describe al hecho como una “pavada”, aunque por otra parte, confunde a los niños que la leen, asumiendo que es fiel reflejo de la original.

Los ciudadanos-me incluyo- damos por descontado los hechos, mirando sin leer minuciosamente el texto, quizás por creer que tamaños errores no los puede contener una placa para la posteridad. Quizás lo peor de todo, o como modo de ser Argentino, lo dejamos pasar, “Total que importa”, hasta que nos damos cuenta, que no solo nos miran, también, nos leen.

SE PUEDE RESOLVER?
Tal vez resolver totalmente no, pero si enmendar. Es una placa de La Escuela nocturna nº 48, colocada en 1950, por lo que sería un sacrilegio corregirla. Si se podría, en una parte cercana a ella, instalar una aclaración tipo “Fe de erratas” que consigne el error y lo enmiende, con la fecha en que se aclaró públicamente el fallido.

Una vez subsanado, quedara para la anécdota y cita de los libros, tal como juego del error, una situación que perduró en el tiempo, que una voz a 12 mil kilómetros de distancia la hizo visible y que por una pifia histórica, el busto al Libertador se volvió convocante.

Rafael Pirolla rpirolla@yahoo.com.ar