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BUENOS AIRES
24-09-2016
Chicas aventureras: se fueron en un Falc贸n 85, de Olivos al Caribe
2016-09-24-16:57
Dos chicas aventureras: se fueron en un Falcon de Olivos al Caribe
Vicente L贸pez
Camila Saint Jean (27) y Vanina Vig贸n (29) visitaron siete pa铆ses latinoamericanos en un viaje de 15 meses. Hicieron la traves铆a a una velocidad m谩xima de 70 km/h.
Cuando Camila Saint Jean (27) y Vanina Tortosa Vig贸n (29) le contaron el plan a sus familiares y amigos, pocos les creyeron. Incluso el mec谩nico pens贸 que estaban locas. Lo cierto es que un caluroso d铆a de enero de 2015 armaron las valijas y las metieron dentro de un Falcon Standard modelo 鈥85. Partieron desde Olivos 鈥渁 conocer el mundo鈥. No ten铆an recorrido armado y s贸lo se dejaron llevar por el esp铆ritu aventurero. A bordo de la 鈥渘ave鈥 las acompa帽贸 鈥淓nero鈥, el perro de Camila.
Casi no hubo planes previos. Para el viaje estuvieron seis meses ahorrando. 驴Para ir a d贸nde? No lo sab铆an. 鈥淪implemente, quer铆amos ver a d贸nde lleg谩bamos鈥, comenta Vanina. Y as铆 fue como dejaron sus empleos y salieron a la ruta. 鈥淟as dos ten铆amos trabajo y Vani alquilaba un departamento. Suspendimos todo porque no sab铆amos qu茅 d铆a 铆bamos a volver鈥, se帽ala Cami.
Hicieron siete pa铆ses latinoamericanos y recorrieron m谩s de 31 mil kil贸metros. 鈥淐ruzamos a Uruguay e hicimos toda la costa, al igual que en Brasil. Despu茅s de casi nueve meses de viaje decidimos ir a Venezuela, por lo cual tuvimos que subir, el Falcon, Enero y nosotras dos, a un barco que nos hizo conocer el Amazonas鈥, se帽alan. Y agregan: 鈥淎 esta altura del viaje, pensamos en la posibilidad de cruzar a Centroam茅rica desde Colombia e intentar llegar a Alaska, lo m谩s al norte del continente. Despu茅s de un mes en Cartagena, y de analizar factores tanto econ贸micos como personales, nos dimos cuenta que prefer铆amos encarar para el sur en vez de seguir alej谩ndonos. Una vez tomada la decisi贸n comenzamos a recorrer el caribe Colombiano, pasamos a Ecuador y a Per煤. En Lima, a Enero le detectaron c谩ncer y decidimos volver a casa lo antes posible y poder disfrutar los 煤ltimos momentos de 茅l a pleno. Pasamos por el norte de Chile y finalmente despu茅s de 15 meses llegamos a Argentina鈥, cuenta Vanina, profesora de educaci贸n f铆sica y vecina de Olivos.
El Falcon es un s铆mbolo de la industria automotriz nacional. Hoy, m谩s de medio siglo despu茅s de su primer coche, el modelo sigue siendo valorado por su 鈥渇ortaleza y confianza鈥. Para ellas, el viaje en auto le daba un toque m谩gico. 鈥淓l coche es de mi pap谩. A 茅l siempre le gustaron los Falcon y unos a帽os antes de viajar lo hab铆a comprado en muy buen estado鈥, cuenta Camila. 鈥淓n casi todo el viaje pensamos que 铆bamos a 90 km/h, pero reci茅n al llegar a Ecuador donde hay radares que indican la velocidad, ca铆mos en la cuenta que en realidad 铆bamos a 70 km/h promedio. Es la velocidad en la que nos sentimos c贸modas, es el ritmo ideal para admirar el paisaje, disfrutar del mate y de la charla鈥, asegura Vanina.
鈥淪e rompi贸 la correa del alternador, tres mangueras de nafta y tuvimos que cambiar las pastillas de freno. Pero lo m谩s loco, es que nunca pinchamos una goma鈥, indican. Luego del extenso viaje, se dieron cuenta de la odisea que se hab铆a aguantado el coche. 鈥淣os volvimos m谩s fan谩ticas de la 鈥榥ave鈥 cuando tomamos conciencia lo fuerte y noble que es. Jam谩s nos dej贸 a pata鈥, expresan las mujeres orgullosas de integrar el Club de Amigos del Falcon.
Ambas hab铆an ahorrado lo suficiente para encarar las primeras semanas de la aventura sin sobresalto. Aunque descontaban que en alg煤n momento la plata se iba a acabar. 鈥淒esde el comienzo trabajamos, y cuidamos los ahorros; vendimos comida, artesan铆as, postales del viaje, ropa y tambi茅n tuvimos que laburar en bares y barcos para seguir viajando鈥, detalla Vanina. Respecto al alojamiento, en Brasil compraron una extra帽a carpa que les ser铆a muy 煤til. 鈥淪e coloca sobre el portaequipajes del coche. Tiene un piso de fibra de vidrio con una escalera que hace de soporte. Es impermeable, entra un colch贸n y hasta tiene luz. All铆 dormimos la mayor铆a de las noches. Muchas otras veces nos quedamos en casas de familias que nos invitaban鈥, precisan.
Durante los 15 meses de aventura, las chicas conocieron paisajes, culturas, comidas y costumbres. Cumplieron con creces la idea del viaje: conocer el mundo. 鈥淎prendimos a valorar lo que no ten铆amos, a escuchar, a aceptar, etc. La lista es interminable. Cuando uno sale de la zona de confort se encuentra con situaciones que nunca vivi贸, las cuales siempre abren la mente y rompen estructuras鈥, indican.
En su vuelta a Buenos Aires, decidieron ponerle un nombre al viaje: 鈥淎ndar HakunaMatata鈥. 鈥淓n africano significa 鈥榥o te preocupes, todo va a estar bien鈥欌, y as铆 lo vivieron estas dos amigas que ya ven como cierta la posibilidad de realizar un nuevo viaje, al que probablemente se sume 鈥業nka鈥, un perro que adoptaron hace pocos meses. 鈥淐onocimos y sentimos la libertad de viajar, y no queremos dejar de hacerlo. Amamos nuestro pa铆s y no queremos perder la oportunidad de conocerlo profundamente鈥, dicen.
Clarin.com
